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Un grupo de estudiantes ha demostrado que el amor y la empatía no conocen límites, al ayudar a un pequeño chivo llamado Nemo a caminar. Nemo padece de una condición que le impide caminar con sus patas delanteras, lo que lo hace dependiente de una silla de ruedas para moverse.
Sin embargo, estos estudiantes no se rindieron ante la adversidad y crearon una solución innovadora para ayudar a Nemo a caminar. Así fue como nació la «GoatCar», un artilugio diseñado para que el chivito pueda moverse con mayor facilidad.
El dispositivo se adapta perfectamente al tamaño del pequeño animal, y cuenta con una especie de arnés que lo sostiene mientras se mueve.
Gracias al ingenio y al amor de estos estudiantes, Nemo ahora puede caminar con mayor facilidad y disfrutar de su vida con una mayor libertad de movimientos. Su historia es un ejemplo de cómo el amor y la empatía pueden superar cualquier obstáculo, y nos recuerda la importancia de ayudar a los seres más vulnerables de nuestro planeta.